Imagina un tipo de arte tan efímero que lo único que queda de él es el recuerdo de haberlo contemplado y la sensación que tuviste al admirarlo. Este componente de la fugacidad es lo que hace que el Street Art y los grafitis sean críticos, sorprendentes y provocadores, para causar el mayor impacto posible.
Y ¿qué mejor lugar para que estos mensajes sean escuchados, visionados o que trasciendan? Por supuesto, la ciudad de Nueva York, en la que el mundo tiene puesto sus ojos las 24 horas del día, los 365 días del año. Descubre en este artículo la mejor manera de disfrutarlo. Sigue leyendo